martes, 23 de abril de 2013

El espectador

De tu virtuosa actuación
no esperes
los aplausos;
los míos
tampoco.

Aborrezco
tu teatro
y mi papel
eternamente
secundario.

Todo se reduce a eso

A veces veo
cosas que no
soy capaz de
comprender.

Pero poco a poco
voy aprendiendo.

Ahora sé que
es mucho mas sencillo
cerrar los
ojos.

viernes, 29 de marzo de 2013

Tu perro se muere

lo atropella una furgoneta.
lo encuentras a la orilla de la carretera
y lo entierras.
te sientes mal.
te sientes mal por ti mismo,
pero te sientes peor por tu hija
porque era su mascota
y lo quería mucho.
solía canturrearle
y lo dejaba dormir en su cama.
escribes un poema sobre ello.
lo titulas un poema para tu hija
y trata del perro al que atropella una furgoneta,
de cómo te ocupaste de él,
lo llevaste al bosque
y lo enterraste hondo, muy hondo,
y el poema sale tan bien
que casi te alegras de que hayan atropellado
al pobre perro, si no, no habrías escrito
nunca ese poema.
entonces te sientas a escribir
un poema sobre la escritura de un poema
que trata de la muerte de ese perro,
pero mientras escribes oyes
a una mujer gritar
tu nombre, tu nombre de pila,
ambas sílabas,
y tu corazón se para.
dejas pasar un rato y vuelves a escribir.
ella grita de nuevo.
te preguntas hasta dónde puede llegar.


Raymond Carver

Sueños e ilusiones

Sé que a pesar de la negativa
de mis propios deseos
seguiré aliñando mi vida
con sabrosos sueños
a los que no pegaré bocado.
Precipitando ilusiones
a la boca del vaso cuyo destino
será su reboso para inundar
todo aquello cuanto abarque
mientras yo muero de sed,
a la perspectiva de que algún día
el relamer de mi utopía
calme la aridez de mi apetito
dejando de banda el insípido
consumo de tiempo y vida.

Aunque tú no me des nada

Mi amor por ti es como el sol,
grande y redondo.
Tu amor por mì como la luna,
pequeña y preciosa.
Mi amor por ti es como el cielo,
siempre infinito.
Tu amor por mì como la tierra,
más pequeñito.
Mas, como mi libertad
no te puede exigir nada,
yo te lo daré a ti todo
aunque tú no me des nada.

Manolo Chinato. 

Hacía tiempo que no

“Hacía tiempo que
nadie se fijaba en mí así.”

Eso fue lo que me dijo:

“Hacía tiempo que
nadie se fijaba en mí así.”

Joder, eso fue lo que me dijo
mientras me explicaba
cómo había conocido al chico
que le había pedido el número teléfono
aquel mismo día por la tarde:

“Hacía tiempo que
nadie se fijaba en mí así.”

A modo de respuesta
le hablé de lo mucho que me alegraba,
mientras pensaba en la necedad
de la ciega tachando de ciegos a
imbéciles como yo.

jueves, 28 de marzo de 2013

Exilio voluntario

Lo mismo que un alcohólico no deja
jamás de ser alcohólico aunque lleve
semanas, meses, años, lustros, décadas
sin que sus labios prueben la bebida

y sabe que su vicio es un desierto
que necesita de una sola gota
para regenerarse -abarrotado
de plantas venenosas y parásitos-;

me basta a mí -y sin duda te aprovechas
de mi debilidad -una mirada
tuya un poco más larga de la cuenta,

esa forma de andar, dos, tres palabras
para olvidar mis firmes juramentos;
por eso me resigno a tu memoria

desde este infausto exilio involuntario. 

Raúl Sánchez